#5 razones por las que deberías empezar un proceso de coaching nutricional

Hoy te voy a contar la historia de Sofía.

Sofía es una mujer de unos cuarenta años que vive con su marido y sus dos hijos en el centro de la ciudad.

Suele levantarse con el tiempo justo para tomar un café rápido antes de irse a trabajar. A media mañana, compra cualquier cosa en la máquina expendedora y después come con sus compañeros al lado de la oficina. Hoy seguramente escoja un pescado con ensalada. “Estoy intentando cuidarme”, les dice.

Cuando llega a casa tras un largo día, abre la nevera y merienda lo primero que encuentra. Un poco más tarde va a recoger a sus hijos a la academia  mientras su marido prepara la cena para todos. “He preparado crema de calabacín y pechuga de pollo con arroz, cariño, a ver qué te parece” le dice él. “Uf, yo mejor sin arroz, que los hidratos de noche son malísimos”, le responde Sofía.

Hace una temporada que Sofía no se encuentra demasiado bien. Se suele sentir cansada y con la autoestima muy baja. En el trabajo no está especialmente incómoda, pero tiene el gusanillo de montar algo por su cuenta. “Me encantaría ser mi propia jefa”, piensa.

Últimamente Sofía no se está dedicando tiempo a sí misma. Va con prisa todo el rato y lleva tiempo descuidando su alimentación. Aunque dice que está intentando cuidarse, sabe que la palmera de chocolate que compró esta mañana en la máquina y la leche con cereales de la merienda no le ayudan. Por mucha ensalada que tome.  Siente que su vida es un desorden y es consciente de que necesita cambiar algo. 


A la mañana siguiente, mientras va camino de la oficina, abre Instagram y un anuncio de una coach nutricional capta su atención. ”¿Te sueles sentir cansada y crees que tu alimentación podría ser el motivo? ¿Y si tuvieses razón” lee.

Sofía siente que el anuncio le está hablando a ella. “¿Y si este es el problema? Quizás poner orden en mi alimentación me ayudaría en otros aspectos de mi vida” se dice a sí misma, y se promete que le escribirá más tarde.  Quizás ella sabría cómo ayudarle a mejorar su alimentación y, con ello, otros aspectos de su vida.

¿Te has sentido alguna vez como Sofía? ¿Sientes que tu alimentación es un caos? ¿Crees que poniendo un poco de orden en ella te ayudará a sentirte mejor?

Ahora, déjame explicarte cinco motivos por los cuales trabajar con una coach nutricional puede ayudarte y, si te quedas hasta el final, podrás saber cómo termina la historia con Sofía.

#1 Te ayuda a identificar tus objetivos

Estoy segura de que normalmente tratas de cuidar tu alimentación para sentirte con más energía en tu vida diaria. Es posible que a veces sientas ansiedad y te pongas a comer sin parar. A lo mejor lo que necesitas es dejar de exigirte tanto, ¿no?

Una coach nutricional te ayuda a identificar tus objetivos para que puedas ordenar tu alimentación y dejes de autosabotearte. Así, serás capaz de adoptar la actitud y determinación necesarias para afrontar los obstáculos que te encuentres por el camino 🙂

#2 Te enseña a alimentarte de forma consciente

Reconozcámoslo: vivimos con demasiada prisa. Estamos tan desconectadas de nosotras mismas que no nos paramos a pensar si tenemos hambre o no. A veces comemos sin hambre, simplemente por no dejar nada en el plato, ¡o incluso porque “es la hora de comer”!

Con una coach nutricional aprenderás algunas técnicas de alimentación consciente que te ayudarán a comer con conciencia plena y te ayudarán a distinguir si tu hambre es real o es emocional.

#3 Te ayuda a gestionar tus emociones para mejorar tu relación con la comida

A ver si te suena esto. Tus hijos no han recogido la habitación, hoy te ha salido todo mal en el trabajo y has discutido con tu marido. Estás de mal humor y lo siguiente que has hecho es abrir la nevera. Y no precisamente para coger una manzana.

Con una coach nutricional aprenderás recursos y herramientas para gestionar tus malos momentos con otras actividades en vez de con la comida. ¿Qué te parece terminar ese libro que habías dejado a medias o irte a dar un paseo al campo con tu pareja?

#4 Te enseña a alimentarte de forma equilibrada y práctica para tu vida diaria. ¡Basta de contar calorías!

Lo sé. Te han hecho creer que comer sano es cenar pollo con ensalada y no tomar hidratos de noche porque “engordan”. Y que no te podías tomar esa tarta con tus amigas sin sentir remordimientos.  Te entiendo, yo también piqué en su día.

Por suerte, ¡tengo una gran noticia para ti! Comer pollo a la plancha con ensalada todos los días no es sano ni sostenible en el tiempo. Lo importante son tus hábitos y que comas de forma equilibrada. Por supuesto que te puedes tomar esa tarta con tus amigas si te apetece.  ¡Incluso cenar patatas al horno, como hago yo muchas veces!

#5 Te enseña a escoger los mejores alimentos a la hora de hacer la compra

Estoy segura de que te vuelves loca mirando las etiquetas cada vez que vas al súper. La industria nos los pone cada vez más complicado, ¿verdad? Con una coach nutricional aprenderás a interpretar estas etiquetas para que ir a la compra deje de ser una pesadilla. 

Y sobre todo, recuerda que si los alimentos no tienen etiqueta mejor que mejor. “¿No has oído eso de “Más mercado y menos supermercado”? ¡Pues ya sabes!

Y al final, ¿qué ha pasado con Sofía?

Sí, disculpa. No me había olvidado de nuestra amiga.

Esa misma tarde, Sofía contactó con la coach nutricional para ver si podía ayudarle. Comenzaron a trabajar juntas en su alimentación y, poco a poco, los hábitos de Sofía empezaron a cambiar.

Al cabo de unas semanas, ya no abría la nevera cada vez que le surgía un problema: prefería ir a dar un paseo o leer unas páginas de su novela favorita. En casa de Sofía comenzaron a comer más fruta y verdura. Ella organizaba los menús cada semana y su marido se encargaba de preparar las comidas y las cenas para toda la familia. 

Sofía comenzó a sentirse con más energía y además, ¡incluso estaba bajando algunos kilos! Su marido le decía que la veía más cariñosa y con la autoestima mucho más alta. ¡Era evidente que ella había cambiado!.

Sofía cambió su alimentación y, como por arte de magia, todo comenzó a cambiar a su alrededor.

Si crees que contar con la ayuda de una coach nutricional podría ayudarte, ¡te invito a probar mi programa de coaching nutricional sin compromiso!. A continuación puedes ver toda la información sobre el programa:

QUIERO VER EL PROGRAMA

Te recuerdo que la sesión inicial corre de mi cuenta 🙂

Y ahora, ¡cuéntame!

¿Te has sentido alguna vez como Sofía? ¿También eres de las que ataca la nevera cada vez que tiene un mal día?  Anímate a contármelo en los comentarios, que queda entre tú y yo…  😉

Y si tienes algún truco para evitar arrasar con la despensa cada vez que tienes un problema, ¡sería genial si lo compartes con todas en los comentarios!

¡Te leo!

Con cariño, 

Lidia.

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