Que levante la mano quien no haya oído hablar de los famosos buddha bowls. Lo cierto es que están de moda y mucho. Se llaman así ya que se asemejan a la barriga llena de comida de un buddha. Se trata de un plato completo y equilibrado que combina diferentes ingredientes de origen vegetal. Son rápidos, fáciles de preparar y tremendamente vistosos. Si todavía no los habéis probado, ¡estáis a tiempo!
Para que os sea más sencillo prepararlos, a continuación, os dejo seis consejos:
-Elige un bowl chulo
La comida entra por los ojos así que hazte con un bowl bonito de materiales lo más naturales posibles como el bambú o la porcelana, por ejemplo. Los ingredientes que va a albergar lo merecen. Yo me compré uno de bambú y no veáis el uso que le doy.

-Apuesta por alimentos de origen vegetal
Es obvio que dejan menos toxinas en nuestro cuerpo que los de procedencia animal, son más limpios. Además nos ponen de mejor humor. Hay una variedad apasionante de vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos o semillas. Aprovéchala. Sal de tu zona de confort gastronómica y mira más allá de la lechuga y el tomate.

–Incluye macro y micronutrientes
Llena tu bowl de carbohidratos complejos (boniato, patata, arroz integral, quinoa, mijo, trigo sarraceno), proteínas (quinoa, garbanzos, alubias blancas, frijoles, lentejas), grasas saludables (aguacate, aceitunas, frutos secos, semillas, aceites virgen extra), vitaminas y minerales (frutas y verduras)

– Mezcla colores y texturas
El verde de las espinacas o el kale, el morado de la berenjena o la col, el rojo del tomate o el pimiento, los tonos tierra de la quinoa o los garbanzos etc. Cuantos más colores, más nutrientes tendrá tu bowl. Juega también con las texturas: el crujiente de los frutos secos, la untuosidad del aguacate o la cremosidad del hummus.

– Combina alimentos crudos y cocinados
Hay alimentos como las legumbres y los cereales integrales que es necesario cocinar para poder ser asimilados. Sin embargo, otros como las frutas, las verduras, los frutos secos o las semillas es aconsejable comerlos crudos ya que así conservan intactas todas sus propiedades. Esto no quiere decir que no puedas cocinarlos, por supuesto que sí pero intenta que la mayor parte sean en crudo.

– No te olvides del aliño
Haz tu propio aderezo. A mí me gusta mucho el tahini, la mostaza con sirope de arce o la mantequilla de cacahuete con miso. Lo importante es que utilices ingredientes sin procesar, lo más naturales posibles y que varíes.

¿Qué os ha parecido este post? ¡Espero que os haya dado ideas para hacer en vuestras casas!
Gracias por estar ahí,
Lidia
Fotos: @oatmornings
Probaré con alguna de tus combinaciones!! Es que entran por los ojos! 😍
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Gracias!! Ya me contarás por cuál o cuáles te animas! Un besito 🙂
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